“LA SANTA MUERTE ”
Uno de los más
grandes problemas espirituales, morales y doctrinales que enfrenta la Iglesia Católica en los tiempos
actuales, es que en México, alrededor de 18 millones de personas, en su gran
mayoría “católicos”, practican el espiritismo,
santería, esoterismo, gnosticismo,
aunado a las prácticas de superstición como son: limpias, tarot, amuletos, horóscopos, imanes, consultas a psíquicos, caracoles, adquisición de chupamirtos, etc., no
olvidando, la práctica de hechicería,
magia blanca o magia negra, africana y cultos satánicos, etc.
En primer plano, tenemos
que saber distinguir entre lo que es un proceso
natural de la vida humana – terrena, esto es, Dios nos ha llamado a la vida
por un tiempo determinado, cuando Él lo decida, saldremos de éste mundo
(moriremos) para ir al encuentro de nuestro Señor Dios, y muy distinto, tratar
de “personificar” este proceso, y
atribuirle culto de divinidad o de santidad. Son dos cosas muy distintas poder
decir: “Quiero tener una muerte santa…” que decir: “La Santa Muerte me dará lo que le
pida…”.
Al “personificar” a la Santa Muerte , no sólo se le
rinde culto como a divinidad, sino que se le representa como un esqueleto con
vida y poder. El demonio, que es el “padre de toda mentira”, ha utilizado este
culto para poder obrar a través de él, y sobre todo, para poder ganar almas
para sí. Claro que satanás tiene poder para dar todo lo que se le pida … pero a
precio muy caro! … la salvación de cada uno de los que reciben algún “favor”.
No olvidemos que esto va contra el Primer
Mandamiento: “Amarás a Dios sobre todo y
sólo a Él servirás …”; en
segundo lugar, Jesús afirmó: “Yo soy el
camino, la verdad y la VIDA …”
y si Jesús es la Vida , no puede estar
en concordancia con la
Muerte. En tercer lugar, Jesús el Señor
murió en la Cruz ,
pero al Resucitar, vence eternamente la Muerte ,
y da paso a la verdadera vida de la resurrección a todos los redimidos con su
Sangre preciosa: El dijo: “Yo soy la Resurrección y la Vida…
el que crea en mí, no morirá, y todo el que crea en mí y haya muerto, vivirá
para siempre…”. Por otro lado, en el Credo hacemos profesión: “Creo en la Resurrección de los
muertos y en la Vida
del mundo futuro…”, por tanto, para los que creemos en Cristo, la muerte ha
sido vencida y todos estamos llamados a vivir la Resurrección eterna,
una vez que hayamos dejado este mundo terreno (muerte natural).
Querido hermano, no
te dejes envolver por el engaño de Satanás, príncipe de las tinieblas y señor
de la Muerte y
de las Sombras, que utilizando esta “devoción”, encadena a los hijos de Dios,
para envolverlos en la mentira y en la vorágine de la destrucción total, y peor
aún, conducir a la condenación eterna, a todos los que permitieron apartarse de
la Verdad para
ir en pos de la falsedad y el engaño.
Rechaza
contundentemente todas estas creencias, renuncia a Satanás y a sus obras y cree
sólo en Dios y en el Señor Jesucristo y serás salvo tú y los tuyos, tomado de
la mano de la que “aplasta la cabeza de la serpiente maligna”, de la Santísima Virgen
María, Madre de Dios y Madre nuestra.
Pbro. Mtro. Raúl Zarazúa Sánchez
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