MÉXICO, LEGADO DE SACERDOTES
En
el marco del Bicentenario de la Independencia, aún existen algunos críticos de
la participación de la Iglesia en la vida nacional, sin considerar que esta, a
la luz de la fe, ha sido piedra angular en muchos de los procesos históricos en
México. El Cura Hidalgo, Morelos y Matamoros, entre otros sacerdotes menos
sonados, participaron activamente en la Gesta de Independencia de México, de
1810 a 1821, eso es un hecho. El clero religioso y diocesano, realista, criollo
o peninsular dejó en la historia su quehacer como Pueblo de Dios, sin dejar de
afirmar contundentemente que la Independencia de México fue, principalmente
promovida, desde los sacerdotes católicos, hombres con sotana.
El
historiador Jean Meyer, en su obra cumbre “La Cristiada”, refirió que se
reconocía a México como “hijo de Curas”, por la gran influencia que estos han
tenido en los procesos de Independencia de la nación. Pero esta afirmación no
sólo se refiere a los sacerdotes caudillos Don Miguel Hidalgo y Costilla, o Don
José María Morelos y Pavón, sino en la masiva participación de los cleros
regular y diocesano en la gesta que dio independencia a la patria mexicana.
Previamente
al llamado independentista, los sacerdotes Abad y Queipo y Miguel Hidalgo y Costilla
eran amigos, pero su amistad se vio violentamente truncada, porque el hoy
“Padre de la Patria”, al grito de “¡Viva Nuestra Señora de Guadalupe!”,
encabezó la insurrección de los criollos y naturales contra la “tiranía
bicentenaria de los europeos”.
El
Cura Hidalgo pronunció ante el pueblo criollo, mestizo e indígena: “El momento
actual es grande, y mucho más grande cuando se trata de recobrar derechos
santos, concedidos por Dios a los mexicanos y usurpados por unos conquistadores
crueles”. La respuesta del pueblo fue la insurrección independiente en la que
el Cura de Dolores no fue el único sacerdote católico participante, sino que la
historia refiere a otros clérigos más que se unieron a la causa.
En
el sur del país, el levantamiento del sacerdote católico José María Morelos y
Pavón, llamó la atención de los defensores de los derechos gachupines e
incluso, el Cura Morelos se le comparó con “José Bonaparte”, por ser amenaza
para la nación, el primero em México y el segundo en la Península.
El historiador Branding sintetiza: “La fase de
insurgencia en el Sur, estuvo aún más dominada por sacerdotes católicos que el
mismo movimiento acaudillado por el Cura Hidalgo”.
Además,
refiere que la preocupación del comandante realista Félix Calleja por la activa
participación de varios sacerdotes católicos en la gesta, fue tal que sugirió
llevar frailes de la Península de la Nueva España, para que ocuparan las
parroquias que aún estaban bajo el cuidado pastoral de Sacerdotes Criollos.
El
periodista Carlos María de Bustamante exaltó el carácter religioso de la
Independencia de México, al proclamar que la Virgen de Guadalupe, en su
aparición a San Juan Diego, había oído la profecía de Libertad para el pueblo
local y la defensa de la Madre del cielo para todos los oprimidos.
Pbro. Mtro. Raúl Zarazúa Sánchez
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