domingo, 8 de septiembre de 2013

¿Quién es tu Párroco?

¿Quién es tu Párroco?

Nuestro Párroco es el Pbro. Mtro. Raúl Zarazúa Sánchez. Nació el día 10 de septiembre de 1964 en la Col. Obrera, D.F. Hijo de María de la Luz Sánchez (Difunta) y de Jesús Zarazúa (Difunto). Es el más pequeño de sus siete hermanos, Fue engendrado providencialmente cuando su madre la Sra. Mará de la Luz contaba con 47 años de edad.

María de la Luz y Jesús fueron columnas fundamentales de una familia cristiana, aunque ella desempeño un doble papel  ya que él falleció cuando Raúl tenía solamente 4 años de edad.

Como muchos niños empezó su etapa de pre-escolar desde pequeño, en el kínder. Estudió la primaria en la escuela Francisco de Giner de los Ríos en la colonia Obrera, los dos primeros años de la secundaria los cursó en la escuela Abraham Lincoln No. 82, por su buen desempeño fue becado, e ingresa al Instituto Fray Pedro de Gante, que era dirigido por misioneros Josefinos.

Continuó becado y fue enviado al Estado de San Luis Potosí para cursar la Preparatoria en el Instituto  Cultural Manuel José Othón, ahí mismo inició sus estudios de normalista. Se desempeñó como profesor en secundaria y preparatoria en Minatitlán, Veracruz, dando clases de religión, inglés y español.

Ingresó al Seminario de Tlalnepantla al inicio de la década de los 80´s, cuando el Obispo era el Excmo. Sr. D. Adolfo Suárez Rivera. Enviado al seminario de Guadalajara, realizó el curso Propedéutico-Filosófico, en Tapalpa, Jalisco. Un año después, con la llegada del Excmo. Sr. D. Manuel Pérez-Gil a Tlalnepantla, se funda el “Seminario Interdiocesano Guadalupano”, en Lago de Guadalupe, Cuautitlán, iniciando ahí sus estudios de Filosofía. Al terminar este periodo participa en un Diplomado en Filosofía en la Universidad Pontificia de México.

Los cuatro estudios teológicos los cursó en el seminario de los Remedios en Naucalpan, Edo de México. En la Universidad Pontificia de México obtiene el Bachillerato en teología y dos diplomados, uno en liturgia y otros en Doctrina Social de la Iglesia en el Instituto Mexicano de Doctrina Social Cristiana (IMDOSOC)
El 12 de octubre de 1989 como Candidato a las Ordenes Sagradas en la Santa Iglesia Catedral por el Arzobispo Pérez-Gil. Es instituido Ministro Lector el 29 de Enero de 1989 y el 29 de Octubre, Ministro Acólito, ambos en la Santa Iglesia Catedral de Tlalnepantla.
Recibe la Ordenación Diaconal el 17 de abril de 1991 en la Parroquia de San Felipe de Jesús en Cd. Satélite, y la Ordenación Sacerdotal, el 25 de Octubre de 1991 por manos del Arzobispo Manuel Pérez-Gil.     
Su Arzobispo le da su primer nombramiento como Prefecto de Disciplina del Seminario Menor de Tlalnepantla, en donde dio clases en varias materias como: latín, Historia de la Salvación,  Filosofía y etc.
Fue nombrado durante 9 meses como Vicario Parroquial de San Antonio de Padua, en Huixilucan para posterior mente regresar al Seminario Mayor, como coordinador general del área de filosofía y del curso Propedéutico en Los Remedios; también impartió clases en diversas materias.

En 1995 deja el Seminario como Formador de los aspirantes al Sacerdocio, para ser nombrado Vicario Parroquial del Sagrado Corazón de Jesús, Los Pirules.

En 1999 El segundo Arzobispo de Tlalnepantla el Excmo. Sr. D. Ricardo Guízar Díaz lo nombra Párroco de Santa Ana, Jilotzingo, en donde ejerce su Ministerio durante 8 años y medio, además se le nombró Señor Decano. También se ha desempeñado como Asesor Espiritual  del grupo Agere, Capellán del Instituto Sucre de la comunidad de Carmelitas de San José, y del Colegio Vallarta.

El 18 de enero de 2007 recibe el nombramiento de Párroco de San Lorenzo Mártir. Preocupado por dar lo mejor de sí a su desempeño Sacerdotal, se tituló  como Licenciado en Psicología por la UNAM y actual mente terminó la Maestría en Psicoterapia Gestalt, , en la Universidad Gestalt de América, Lomas Verdes, así como una especialidad en Psicología Sistémica Familiar en el Colegio de Especialidades Psicoterapéuticas, COPSI. El 25 de agosto de ese año fue nombrado Decano por el Excmo. Sr. D. Carlos Aguiar Retes. Actualmente es Párroco de nuestra Comunidad: San Esteban Protomártir.

Pidamos al Señor por nuestro Párroco para que el señor lo siga fortaleciendo e iluminando, y sus iniciativas y celo pastoral sean para beneficio de nuestra comunidad Parroquial.


Pbro. Gabriel Gómez de Jesús  



"Visita Pastoral"


"PERSONALIDAD ADICTIVA"

PERSONALIDAD ADICTIVA

La adicción es un padecimiento muy grave pues destruye lentamente, pero con seguridad las relaciones interpersonales, sumergiendo al adicto al aislamiiento y su pronto descenso angustioso a la más terrible desesperanza. Es una de las enfermedades psicológicas (psicopatología) más comunes y costosas con las que se enfrentan algunas personas con consecuencias irreversibles, y por lo general, con resultados trágicos y fatales. En muchas ocaciones se cree que la personalidad adictiva se asocia únicamente al consumo de sustancias tóxicas, como lo son las drogas, icluyendo el uso de bebidas embrigantes. Esto es un gran error, pues las personas con tendencias a la adicción, desarroyan su propia enfgermedad en diferentes rubros. Hay personas adictas a la comida (comedores compulsivos), adictas al juego (ludopatía), adictos al sexo (parafília), adictos a decir mentiras (mitomanía), adictos al trabajo (workalomanía), adictos a las compras compulsivas (onimanía), adictos al robo compulsivo (cleptomanía), Adictos a fumar cigarrillos, puros o pipas (tabaquismo), adictos a los celos (celotípia o celopatía), adictos al internet (ciberomanía), entre muchos otros. Existen varios factores que inciden de una manera directa en el desrroyo de la personalidad adictiva; nombraré algunos que considero son los de mayor indice:

1.    Transmisión Genética: Esto es, a través de toda información de genes, que se van pasando de padres a hijos, de generación en generación, hasta que no se trate de una manera determinante y profecional la recuperación o prevención en el desarrollo y potencialización de tal personalidad adictiva.

2.    Repetición del Patrón Conductual: Lo que el individuo, aprendió dentro del ámbito de convivencia cotidiana.         Lo que vió, oyó y vivió en el ámbito familiar, ya sea de los mismos padres o de personas muy cercanas a ellos.

3.    Carencias Emocionales no trabajadas. El ser humano, por naturalesa está llamado a lograr la felicidad en la fluidez del amor, y cuando por la vía natural no se logra, se cree, de una manera falsa, que la adicción vendrá a ser el perfecto sustituto que satisfaga esa necesidad de amor, paz, felicidad, plenitud,, y armonia. Al menos eso es lo que pretende lograr la persona adicta, sin darse cuenta que es una trampa de engaño, pues la adicción no solo es un acto compulsivo, si no que en la mayoría de los casos genera dependencia psicológica, emocional, fisiológica, y habitual.

El adicto utiliza “algo” en particular, como una sustancia o un evento para lograr un cambio en su estado de ánimo, cree que puede controlar y satisfacer su necesidad de felicidad. Evidentemente esto es una ilución, un espejismo, algo imaginario, lejos de la realidad.
Es indispensable que se vea la adicción como un proceso, una enfermedad progresiva que se desarrolla continuamente desde un punto de inicio especifico hasta un punto final, y muchas veces fatal y trágico. Todas las adicciones y procesos adictivos tienen en común la “busqueda incontrolada y vaga de la plenkitud, la alegria  y la paz” y es comparable con un “cancer”; todos los tipos de cáncer comparten un mismo proceso similar: la multiplicación incontrolada de células.
El alcoholismo experimenta un cambio en su estado de ánimo al ingerir bebidas embriagantes, pues ésta droga va directo al cerebro y mete en un “extasis” al que lo ingiere. El comedor compulsivo experimenta un cambio emocional al atracarse de comida o morirse de hambre. El jugador compulsivo experimenta un cambio emocional  al apostar en un juego. El cleptomano experimenta un cambio emocional al robar algo. El adicto al sexo tiuene un  cambio emocional al tener prácticas sexuales. La realidad es que todos llevan un “extasis” o fantasía, fues es autoengaño creer que el sustituto de la paz, felicidad y amor, lo lkogre en realidad. La actitud compulsiva surge cuando el adicto crea una obsesión adictiva, que satisface cuantas veces se repite el patrón.

Ante ésta enfermedad, estamos llamados a hacerle frente, buscando la ayuda profesional certificada, esto es, la ayuda de un psicoterapeuta, y en la mayoría de los casos, también la de un psiquiatra que pueda medicar para contrarrestar la crisis de ansiedad, causadas, por el famoso “síndrome de abstinencia”


Pbro. Mtro. Raúl Zarazúa Sánchez.

sábado, 31 de agosto de 2013

"Institución de ministros de la comunión"



El día 18 de agosto del 2013 se llevó a cabo la institución de 6 nuevos ministros extraordinarios de la comunión, por el Pbro. Raúl Zarazúa Sánchez, nuestro Párroco, en la festividad de nuestra Señora del Rayo, co-patrona de la Parroquia de San Esteban Protómartir, donde en la homilía remarcó que Dios quiere una comunidad de Ministros (servidores) de las necesidades que existan en su Iglesia .

sábado, 23 de febrero de 2013

¿EDUCAR CON GOLPES?


¿EDUCAR CON GOLPES?
 

Realmente existe una gran preocupación saber que todavía existen padres de familia que tienen ideas totalmente falsas y equivocadas respecto a la “forma de educar” a sus hijos, si es que se le puede llamar “educar”, pues piensan que la mejor forma de hacerlo es como, muchas ocasiones fueron “mal educados” ellos mismos, con golpes, jalones, empujones, gritos, insultos, “nalgadas”, pellizcos, cachetadas, etc., y así justifican hoy su propia violencia para con sus mismos hijos, afirmando: “gracias a esos golpes que me dieron mis padres a tiempo, soy una persona honorable y de bien”, nada más absurdo y contradictorio que esto, pues con el maltrato verbal, psicológico, emocional y hasta físico, los niños quedan heridos profundamente, con una autoestima deteriorada y con un resentimiento enfermizo con sus seres queridos. Claro que los padres de familia “golpeadores” lo menos que aceptan es que son abusivos y maltratadores, pues se excusan de mil maneras, diciendo que aunque “de vez en cuando le dan un golpecito a sus hijos, porque sólo así los obedecen y los entienden”, muy lejos de ellos ser maltratadores. Pues lo que hacen (su violencia), lo hacen por “amor y porque les interesa el bien para sus hijos”.

Pegarle al niño es mortificarlo, abusarlo y herirlo; hay personas que piensan que los niños, en ocasiones “necesitan” de una nalgada. Los niños golpeados crecen con profundos temores e inseguridades, se les limita en sus habilidades de ser autónomos y responsables, considerando que el maltrato y el golpe es lo más “normal” para educar dentro de la propia familia. Los niños que son golpeados generan dentro de sí mismos sentimientos de odio, impotencia, coraje, desilusión, humillación y frustración. Se autodefinen no queridos, rechazados, denigrados, sin capacidades positivas, despreciados, solos y constantemente amenazados. Lamentablemente el niño que fue víctima de maltrato y violencia, se convierte en maltratador y verdugo de personas más vulnerables aún, iniciando con compañeros, con relaciones de amistad, de noviazgo, de pareja, hasta llegar nuevamente con los propios hijos, repitiendo así el patrón conductual enfermizo y lacerante, de generación en generación.

Un golpe jamás ayudará, y mucho menos educará, sin embargo, lastimará profundamente, sin llegar a corregir lo que se pretende corregir. Cuántas veces se piensa, en un gran sector de personas, que el respeto es lo mismo que el miedo y el temor, pues el padre o la madre de familia que cree que puede imponer “respeto” a través del maltrato, el golpe y la humillación, está tomando un camino totalmente equivocado. Nadie tiene el derecho de abusar o someter a otro ser humano, o de golpearlo, torturarlo, humillarlo o avergonzarlo. En muchas familias, desgraciadamente se les olvida que los niños son, ante todo, seres humanos que merecen todo nuestro respeto, amor y comprensión. Cuando el niño es maltratado, asocia a su familia que lo agrede con el peligro, y no puede amarlos a plenitud, ni podrá confiar en ellos.

La confianza, la comunicación, el amor y el respeto, van desapareciendo, desarrollando sentimientos negativos y emociones contrarias dentro de la misma persona que es víctima de maltrato y golpes. No solamente la repetición de conducta violenta es lo que desemboca a ser padres golpeadores, sino que muchas veces es la falta de manejo de las propias emociones y manejo de la ira, lo que desencadena esta actitud que destruye siempre a sí mismo, así como a los demás. Debemos de pensar que educar a los hijos será la gran “empresa” de los padres de familia, y que siempre debe estar enmarcada esta educación dentro de los parámetros del respeto, disciplina, y sobre todo, amor. El primer patrón de conducta que identificarán como algo propio y lo reproducirán en la mayoría de los casos, es el de los padres, que se convierten en modelos perfectos a seguir.

Estamos llamados a poner límites con respeto, y sobre todo a educar a los hijos, enseñarles que todo acto trae consigo una consecuencia, a veces a favor, y en ocasiones en contra, según el propio actuar. Aprender que las “consecuencias” de determinada acción, en particular, cuando se transgreden los límites, no serán humillantes, denigrantes y violentas. Es importante premiar y reconocer el esfuerzo del niño, aunque no satisfaga nuestras expectativas rígidas e inflexibles como papás. Aprender a premiar lo bueno, más que “castigar” lo malo. Por tanto, cambiar el nombre de “castigo” por “consecuencia” sería lo más oportuno, pues la palabra “castigo” remonta a un ser malo y justiciero que lo ejecuta, en este caso el que impone el castigo, mientras que la “consecuencia” es el resultado responsable de las propias decisiones. Así la consecuencia en lugar de ser el “castigo” de lo mal hecho, será la falta de “premio” o estímulo positivo, por el acto negativo que se cometió. De este modo, los niños aprenderán el verdadero respeto y amor dentro de su educación, sabiendo que se tendrán siempre normas y existen límites para ajustar la propia vida y poder convivir en armonía y respeto con todos los demás.

 

Pbro. Mtro. Raúl Zarazúa Sánchez

domingo, 10 de febrero de 2013

"Promoción de la Pastoral Juvenil-Vocacional de nuestra Parroquia"



"PRIMER RETIRO ESPIRITUAL"

         
"ES EL ÚNICO VIDEO EDITADO EN LA PARROQUIA, LOS OTROS NO TIENEN NADA QUE VER CON EL OBJETIVO DE NUESTRA COMUNIDAD PARROQUIAL DE SAN ESTEBAN".

"SAN JOSÉ"


SAN JOSÉ

ESPOSO CASTÍSIMO DE MARÍA Y

PADRE ADOPTIVO DE JESÚS

A San José, Dios le encomendó la inmensa responsabilidad y privilegio de ser esposo de la Virgen María, padre adoptivo de Jesús y custodio de la Sagrada Familia. Por eso es el santo más importante, después de María Virgen, pues estuvo íntimamente más unido y más cerca de Jesús y a la Virgen Santísima.

Su Festividad de celebra en toda la Iglesia el 19 de Marzo, con gran gozo y entusiasmo. El Buen San José nos lleva inmediatamente a Jesús y a María la Virgen, es imposible disociarlo de ellos. Su vida está de tal manera unida a la del Salvador y a la de su Madre, que sin ellos no tiene razón de ser. Dios le confió los primeros tesoros de la salvación, y él fue el primer beneficiario de esta salvación, con la mayor gracia del cielo.

Si la santidad no es otra cosa que la unión con Dios, si el mayor crecimiento de la santidad la da el amor a Dios. Y José desposado con la Virgen María, murió en los brazos de Jesús, el Dios hecho hombre, por eso la Iglesia lo proclama como Patrono y defensor de esta, y al mismo tiempo como patrono para obtener una buena muerte, asistido por la Santísima Virgen María, en los brazos de nuestro Divino Redentor, Jesucristo.

José, padre virginal y casto de Jesús, amó a Jesús como un auténtico hijo, como nadie lo ha amado en el mundo, después de María Santísima.

La gracia que Dios daba a José estuvo siempre en proporción de la altura de su propia misión, y misión tan grande como la que Dios le confiaba a José, que no se la ha confiado jamás a ningún otro mortal.

Cualquiera diría que al hablar así, nos dejamos llevar por un entusiasmo fácil, y que la vida de San José discurrió toda ella por un camino sembrado de rosas. Ciertamente que no hemos de quitar la poesía entrañable que encierra la vida de José en Nazaret, pero el Evangelio nos dice cómo desde los primeros contactos de José con Jesús, estuvieron marcados con la angustia y la preocupación. Para entenderlo, hay que saber leer entre líneas del Evangelio de Mateo. María ha regresado de su visita a Isabel, su anciana prima, y viene a Nazaret con los síntomas indiscutibles de la maternidad. María Santísima es incapaz de una infidelidad, pero el hecho está ahí bien claro… ¿qué hacer? José no duda de María, se le parte el corazón al tener que tomar una resolución definitiva. ¿Dejarla en secreto?, y Dios interviene decisivamente, cuando se le aparece y le dice: “José, descendiente de David, no temas quedarte con María tu esposa, porque la creatura que lleva dentro es por obra del Espíritu Santo. Te dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará de los pecados a su pueblo”.  Resueltas todas las dudas, José asume toda la responsabilidad que Dios le encomienda. Cuidará de María y la guardará intacta para el Señor. En Belén, en Egipto, en Nazaret, se multiplicarán sus inquietudes, pero será siempre el fiel custodio de Jesús.

Enseñará un oficio a su hijo querido, lo formará hombre, se preocupará por todo lo necesario para su total desarrollo…Jesús le corresponderá con cariño inmenso, lo llamará ¡papá! A boca llena, y será el mismo Jesús quien recoja el último suspiro de José y ponga su alma en las manos de Dios su Padre.

Al examinar la vida de José a la luz del Evangelio, notamos a la primera que el Evangelio no nos conserva ni una palabra de José, porque José hace, no habla. José recorre el camino de la fe cumpliendo con fidelidad todos los oficios de padre con el Dios encarnado. Circuncida a Jesús, le impone el nombre, lo encuentra una vez perdido, en el templo, lo salva y cuida en la huida a Egipto. En Nazaret mantiene, educa y enseña a trabajar al Hijo de Dios hecho hombre, de modo que este se desarrolle y crezca en sabiduría y en gracia delante de Dios y de los hombres.

El contacto con la divinidad de Jesús, escondida en su cuerpo como muchacho, influye de modo extraordinario en la vida de José, que mientras trabaja está unido siempre a Dios y su unión con Dios le lleva a trabajar siempre más por el mismo Dios. José es el modelo más perfecto que tenemos de trato íntimo con Jesús, de trabajo asiduo por Jesús, de oración íntima en una vida escondida con Cristo en Dios.

Hoy desde el cielo, San José sigue custodiando a la familia de la Iglesia, acojámonos a su poderosa intercesión, que él nos llevará en sus brazos, como llevó a Jesús.

 

Pbro. Mtro. Raúl Zarazúa Sánchez

sábado, 19 de enero de 2013

¡ALABANZA A JESÚS EUCARISTÍA! (Para dar inicio al video solo da clic en este)


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RAÚL ZARAZÚA SÁNCHEZ es sacerdote católico, estudió la licenciatura en psicología, con una maestría en psicoterapia Gestalt, especializado en Terapia Sistémica Familiar, con diplomado en Constelaciones Familiares, según Berth Hellinger, y diplomado en psicoterapia de Juego Infantil. Ha realizado estudios en Grafología e interpretación psicológica del dibujo. Actualmente ejerce el Ministerio Sacerdotal como párroco de San Esteban Protomártir, alternándolo como terapéuta clínico. 

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