¡PAPÁ, MAMÁ, NO SE DIVORCIEN DE MÍ!


¡PAPÁ, MAMÁ, NO SE DIVORCIEN DE MÍ!

Las investigaciones demuestran que uno de los factores de mayor importancia para la adaptación de los niños ante el divorcio o separación de sus padres, es que éstos tomen parte activa en el acompañamiento y asimilación del proceso tan desgastante, como lo es la toma de decisión de la separación de pareja.
 Desgraciadamente, la mayoría de hijos de padres separados o divorciados, han sido involucrados en la problemática vivida y la toma de decisión de sus padres, dando como resultado lastimoso la afectación emocional y psicológica de los propios hijos. Como resultado de la separación o divorcio de los padres, sufren el “divorcio” para con ellos de parte del  padre o de la madre, esto es, el abandono.
 Hay un gran porcentaje de niños que han sido “abandonados” por papá o por mamá, como resultado de la separación de la pareja. El 75% de estos padres ven a sus hijos menos de una vez a la semana, y más del 50% no vuelven a verlos hasta la edad adulta. ¿Creemos que esta deplorable y terrible realidad no afecta de manera directa al desarrollo psico-emocional de los hijos?
Muchas personas han sido educadas con la creencia de que la mujer es la única responsable de la crianza de los hijos y que el varón es quien provee el sustento y la disciplina, nada más erróneo y limitante que esto, pues son los dos, papá y mamá quienes deben de asumir con responsabilidad la parte integral en la formación y educación de los hijos. Los niños necesitan de la figura paterna, así como materna para su desarrollo humano e integral; la carencia de una de las dos figuras en la vida de los hijos incide para mal y el hijo proyecta su vacío emocional hacia el desempeño escolar, hacia la sana convivencia con los demás, hacia la autoestima y autovaloración, para los hijos como para las hijas.
En las hijas, como en los hijos que les faltó la figura paterna, ya sea el padre o la madre, tienden a dificultarse más para crear vínculos afectivos con alguna pareja, se relacionan con menos seguridad en sí mismos, como en la posible pareja de quien tienden a dudar, y por lo tanto, sus relaciones son furtivas e inestables, inmaduras y muchas veces desgastantes.
Los hijos que vivieron la separación de los padres y experimentaron el abandono de alguno de ellos, tienden, por lo general, a repetir patrones de matrimonios inestables e insatisfactorios.
A pesar de esto, no todos los hijos que vivieron la separtación de sus padres sufren traumas emocionales, pues les fue benéfico que los padres, aunque hayan decidido la separación de la pareja, llegaron a un común acuerdo cordial que serían responsables de sus hijos y aunque la diferencia es que ya no vivan juntos como pareja, siempre los hijos tendrán a sus padres tan cerca, con una actitud de amor hacia los hijos, acompañándolos en el desarrollo de cada etapa de su vida.
Los padres que decidieron la separación de la pareja, jamás se separaron de sus hijos y tienen como consecuencia hijos integrados en sí mismos.
Lo favorable del ser humano que careció de una figura tan importante para su vida fue tener "sustitutos" de papá o mamá que brindaron respeto, amor, calor, ternura, confianza y contención.
Las falsas promesas hechas a los hijos generan en ellos mucha frustración, enojo, sentimientos de culpa y desilución. Es preferible decirles a los hijos que papá o mamá ya no les visitará con frecuencia, que dar promesas incumplidas que generan desilución, y por tanto heridas emocionales "muy duras", es mejor decir la verdad que mantener falsas esperanzas en los hijos.
Desafortunadamente, la mayoría de los hijos a temprana edad no comprende la problemática de los adultos, ni de sus decisiones, y tienden a "culparse" o responsabilizarse a sí mismos de tal desición del padre o la madre. Muchos hijos creen que ellos son los malos, los feos, los que "hicieron algo malo", por lo cual papá o mamá los abandonó y no los quieren. La pareja que haya tomado una desición tan difícil, ojalá hayan buscado ayuda espiritual y psicológica para poder tomarla, y sobre todo, juntos buscar ayuda para sus hijos. Papá y mamá se rán siempre eso, aunque tomen desiciones de separarse y tal vez, de unir su vida con alguien más. El padre o madre que abandona a los hijos, no se da cuenta que abren heridas emocionales y psicológicas profundas, difíciles de superar.


 Pbro. Mtro. Raúl Zarazúa   Sánchez 


  

No hay comentarios:

Publicar un comentario